Este drama español dirigido por Daniel Monzón ganó ocho premios Goya en el 2010. Debido a sus buenas críticas, llevo tiempo con ganas de verla y he de decir que no me ha defraudado en absoluto.
Esta película nos mantiene en tensión en todo momento y desde el comienzo queremos saber cómo transcurrirá el resto de la historia, que comienza cuando Juan Oliver (Alberto Ammann) es contratado para trabajar de funcionario en una prisión. De repente, se produce un motín y Juan se encuentra metido en el lío, de modo que tendrá que hacerse pasar por preso si quiere sobrevivir. Entre él y Malamadre (Luis Tosar), que es el que manda entre los presos, surge una gran camaradería.
Lo que más destaco de esta película es la gran actuación de los dos protagonistas, así como la amistad que surge entre ellos a pesar de ser personas tan dispares. Además, la parte dramática de esta historia no nos dejará indiferente, por lo que la recomiendo a los que aún no la hayáis visto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario